La obra consta de ocho pequeñas piezas de carácter, casi fantasías, inspiradas en escenas y personajes de la mitología vasca. Transcurren en la imaginación del compositor mientras se encuentra en un hayedo.

El término “selvático” es utilizado por Pío Baroja para nombrar a ciertos pueblos del norte de Europa, en cuyo entorno abundan el agua y la vegetación, y para los cuales la mujer es poderosa, incluso sagrada, en contraste con los pueblos “desérticos”, donde se la considera origen del mal y el pecado.

La primera pieza, “Introducción”, expone el material armónico y melódico que irá apareciendo de forma variada en el resto de Escenas. Los personajes que intervienen a lo largo de la obra son Basojaun, el Señor de los Bosques, y las Lamías, hermosas mujeres hijas de la diosa Mari, que se aparecen en bosques y ríos a los caballeros para enamorarlos. En la penúltima variación, “Akelarre”, todos los personajes se reúnen antes de la despedida final, “Saliendo del hayedo”.